Claudio Vekstein_River Coast Park
1999/00 Adaptación y Dirección de Obra ‘Monumento Homenaje a Amancio Williams, con motivo del Fin del Milenio´ (sobre Proyecto Original Amancio Williams Monumento a Alberto Williams 1963 / Pabellón Bunge & Born 1966), Paseo de la Costa, Municipalidad de Vicente López, Provincia de Buenos Aires, Argentina.
Ubicación: Calle Melo y el Río de la Plata, Paseo de la Costa, Municipalidad de Vicente López, Provincia de Buenos Aires, Argentina
Proyecto Original (1962/66): Arq. Amancio Williams
Curador de la Reconstrucción (Adaptación y Dirección de Obra) (1999/00): Arq. Claudio Vekstein
Colaborador: Ing. Georg Ponzelar (Alemania)
Archivo Williams: Dir. Claudio Williams
Recálculo Estructural: Ings. Tomás del Carril y Fontán Balestra, Marcelo Rufino Asoc.
Comitente: Municipalidad de Vicente López, Intendente Don Enrique García
Photos: Sergio Sabag, Claudio Vekstein
Originalmente proyectado por el arquitecto Amancio Williams como Monumento en memoria de su padre, el compositor de música Alberto Williams a los cien años de su nacimiento, diez de su muerte, “el Monumento, concebido para ser construido en un parque de césped en Buenos Aires, consta de dos bóvedas cáscara cuadrangulares elevadas sobre un piso de mármol elevado sobre el césped, comunicado por cuatro veredas angostas a los caminos circundantes del parque. Todo el juego resulta del espacio vacío entre las dos bóvedas y las superficies de mármol. Las bóvedas no se tocan: sus esquinas permanecen apenas separadas, creando, vistas desde abajo, un punto de tensión. A este punto corresponde, justo debajo, una cavidad cuadrada plantada con césped, con una flor emergiendo en el medio desde un fino tubo metálico. El espectáculo de las bóvedas cambia con gran riqueza con los distintos puntos de vista, tanto si se las ve con sus lados paralelos o diagonales a través de una línea. Para disfrutar estas diferentes visiones y pensar o conversar en calma, un largo asiento en hormigón pretensado y de mármol, y una hilera de prismas de mármol son situados en diferentes posiciones. Una segunda cavidad cuadrada menor, llena con agua renovable, contiene bajo la superficie, una placa de acero inoxidable muy simplemente impresa, con la inscripción recordatoria y un llamado a renovar la flor. Un sistema ha sido estudiado para la completa iluminación del monumento: las bóvedas, los caminos, la superficie de mármol, los asientos, el agua, la flor, la placa”. (AW)
En 1966 Williams adaptó y construyó una solución similar como Pabellón de Exposiciones para Bunge y Born en la Feria del Centenario de la Sociedad Rural Argentina en Palermo, empleando por primera vez las bóvedas cáscara, reduciendo su planta y espesor. “El pabellón fue realizado creando bajo las bóvedas un espacio virtual donde se realizó una estructura para exposición de gran unidad en su trabajo, sin columnas ni vigas, donde todo lo que es forma es a la vez estructura”. (AW). Aún habiéndolo realizado casi enteramente en hormigón armado, tras solo dos meses de exposición (obteniendo apenas un Tercer Premio por parte del jurado) y pese a los esfuerzos de Williams para evitarlo, el Pabellón fue demolido, para convertirse luego finalmente, en pieza clave de la arquitectura moderna y de vanguardia argentina.
Monumento a Amancio Williams
Treinta años más tarde impulsamos junto a Claudio Williams, uno de los ocho hijos del maestro, el Proyecto de Reconstrucción del Pabellón. Tras haber publicado dos extensos ensayos, uno sobre el horizonte del Río de la Plata a través de los estudios fotográficos de Williams (C.V., “Senderos Luminosos”, Rev.3 Nº 6, 1995), el otro una revisión del Pabellón Bunge y Born de AW con vista a su posible reconstrucción (C.V., “SangreAzul”, Rev.3 Nº 8), dirigido luego el Taller “Cerca de la Reconstrucción -falso-identikit-” (CEAC-DiTella 1998), realizando junto con el mismo grupo de estudiantes y el arqueólogo Marcelo Weissel la acción “Fundament(-o) excav.action” (Sociedad Rural de Palermo, octubre 1999) para descubrir una de las bases del Pabellón demolido como tributo a los 10 años del fallecimiento de Williams, y numerosas gestiones frente a diversas instituciones para lograr la efectiva reconstrucción, en noviembre de 1999 la Municipalidad de Vicente López encarga el Monumento en homenaje a Williams, concretándose finalmente frente al Río de la Plata -paisaje de reflexión e inspiración permanente de Williams-, en su homenaje con motivo del Fin del Milenio.
No habiéndose aprobado la realización completa del pabellón sino solamente las bóvedas, esto llevó a reconsiderar la primer versión del proyecto. Y así como todo en Amancio y el Monumento, el homenaje se vuelve a la vez doble: sumando las dos visiones personales (R3) a las del propio Williams en sus dos proyectos, se llevó adelante una versión del Monumento a Alberto Williams, pero según dimensiones y detalles del Pabellón B y B, como el estanque central en lugar del de césped (que recibe ahora el reflejo acústico del río por la curvatura exacta de las bóvedas), y la placa en lugar de aquel. Al permitir el ingreso del parque bajo las bóvedas, se recuperan los largos senderos de luz en hormigón aislados de la gran plataforma del proyecto original. De los dos bancos complementarios, el lineal extenso frente al río contiene la serie de 6 contraluces, que se convierten en sombra concreta de las piezas individuales en el otro diagonal. Como en las mismas bóvedas y su articulación ideal interna por el capitel de acero inoxidable, dos sofisticados artistas -expresión uno del más literal y elevado, el otro del más sutil y elevado arraigo al territorio-, sostienen un diálogo de pares iguales, doble y cruzado, aunque silencioso y puro. Y así como en la línea del estanque de agua y su reflejo el cielo realizan la unión ideal de las dos partes que se mantienen (como dedos) apenas distantes, en la otra definen la línea inquieta de sus propias pasiones inmóviles: Alberto y Amancio Williams, la pampa y el río, pampa húmeda y pampa líquida…
2000 Proyecto y Construcción ‘Paseo de la Costa 3º Etapa’, 1 km. largo/18 hectáreas superficie de Parque Público, operación paisajística sobre nuevos terrenos ganados al Río de la Plata, Municipalidad de Vicente López, Ciudad de Buenos Aires, Argentina.
Ubicación: entre Calles Melo y Laprida (Arroyo Raggio) frente al Río de la Plata, Paseo de la Costa, Municipalidad de Vicente López, Buenos Aires
Proyecto (y seguimiento de obra): Arq. Claudio Vekstein
Colaboradores: Luis Etchegorry, Arq. Eugenia Frías Moreno, Jonas Norsted (Noruega), Franco Neira (Chile), Arq. Alejandro Goldemberg
Paisajismo: Lucía Schiappapietra
Dirección de Obra: Municipalidad de Vicente López, Secretaría de Obras Públicas, Dirección de Planeamiento
Comitente: Municipalidad de Vicente López, Intendente Don Enrique García
Fotos: Sergio Esmoris, Michelo Guzzo
Desde el Monumento en Homenaje a Amancio Williams en Calle Melo, hasta Laprida (en su etapa recientemente inaugurada), y luego hasta su encuentro con Capital, el Proyecto Paseo de la Costa 3º/4º Etapas compone una intervención paisajística de carácter público y permanente a gran escala, (1km. de longitud total sobre la costa del Río de la Plata en terrenos artificialmente ganados,18 hectáreas de superficie total junto con el Anfiteatro de la Costa). El Proyecto se despliega a través de una serie de terraplenes de tierra y césped, geométrica y particularmente organizados, desde el llano hipotético del monumento ascendentes hacia el sur en su relación de contención con el vial de circulación por un lado, y por el otro dando forma además a las variaciones de nivel del Río, dejando amplias playas de escombro fino seleccionado y vegetación ribereña en bajante. Entre los terraplenes, sencillos senderos consolidados de hormigón, que proliferan aquellos del Monumento a Williams, sirven de acceso hundiéndose en la alejada orilla -a la vez que acequias para el desagüe pluvial y badenes reductores de velocidad del vial-, encausando vistas diferentes-siempre-iguales al amplio horizonte, acompañado de equipamiento banco/iluminación apareados, que forman en la extensión a traviesa un paisaje propio de luciérnagas, líneas verticales inclinadas fluorescentes desde el sudeste orientadas, o de puros senderos luminosos hacia el río plateado por la luna. Tres aperturas en el encuentro con el vial de estos senderos entre terraplenes producen, coincidente con los accesos Güemes, Lavalle y Laprida, amplias superficies de estacionamientos con islas de vegetación. El vial organiza diferenciadamente los flujos vehiculares, peatonales y ciclísticos, mediante dimensiones, texturas y colores en la configuración del pavimento intertrabado, delimitando canteros que organizan también por dimensión, textura, densidad y color, series de diferentes tipos de gramíneas autóctonas. Al otro lado una línea continua de mástiles de iluminación como jirafas asoman ritmados entre continuos jacarandaes, ambos dividiendo el área de parque público de esparcimiento de las áreas de apoyo de sanitarios y futuras concesiones, que quedan delimitadas en dimensiones y altura por la calle de servicio y estacionamientos, dando también límite definitivo a los clubes privados. Los grupos Sanitarios se intercalan entre pares de concesiones, además de facilitar su mantenimiento, creando pequeñas plazas públicas venidas del parque al sector concedido. Cada uno de estos grupos se abre a la vez internamente en dos cuerpos desiguales de los cuales ocupan uno los sanitarios masculinos y de discapacitados, con posibilidad de ascenso exterior a su terraza para apreciar desde los altos paisaje y río, mientras que el otro de sanitarios femeninos permanece inabordable -aunque sí las barandas bajas de los dos logran unirse-. Ambos cuerpos se terminan con ladrillo en panderete en solo una de sus caras la enfrentada al Río, en relación a aquél como tierra-líquida/tierra-sólida, ascendiendo como hormigas desde sendas plataformas, dando anclaje al suelo y al paisaje las pequeñas construcciones. El par de plataformas de ladrillos, como desencajadas también de su antigua unidad, se conforma con borde de hormigón armado que sirve de asiento enrasado con los ladrillos, delimitando sus planos plegados de escurrimiento con amplias juntas de cemento entre paños evitando cortes. La infinita línea divisoria entre plataformas deviene en sendero de acceso, prolongada en los badenes/acequias que conducen al río atravesando el vial y los terraplenes. A su vez, la pareja de iluminación exterior de los sanitarios da inicio también a la correspondiente de los caminos/badenes, con columnas de tubos fluorescentes inclinados insertos en las esquinas de quiebre más próximas y tensionadas de las plataformas.
2000/1 Proyecto y Construcción ‘Anfiteatro de la Costa’, 6 hectáreas superficie con capacidad para 30.000 personas, Fundación Empresaria de Vicente López / Municipalidad de Vicente López, Provincia de Buenos Aires, Argentina.
Ubicación: Calle Laprida (Arroyo Holmberg) y el Río de la Plata, Paseo de la Costa, Municipalidad de Vicente López, Provincia de Buenos Aires, Argentina.
Proyecto (y seguimiento de obra): Arq. Claudio Vekstein
Colaboradores: Luis Etchegorry, Arq. Andreas Lengfeld (Alemania), Arq. Eugenia Frías Moreno,
Santiago Mendibour, Arq. Alejandro Goldemberg
Estructura: Ings. Tomás del Carril y Fontán Balestra, Marcelo Rufino Asoc.
Dirección de Obra: Municipalidad de Vicente López, Secretaría de Obras Públicas, Dirección de Planeamiento
Comitente: Fundación Empresaria de Vicente López, Pres.: Sr. José Menoyo, Municipalidad de Vicente López, Intendente Don Enrique García
Fotos: Sergio Esmoris
El Proyecto del Paseo de la Costa 3º Etapa se extiende casi naturalmente hacia el “Anfiteatro de la Costa”; abarcando al otro lado de la desembocadura del Arroyo Holmberg (Calle Laprida) una especie de península, y buscando con el vial su encuentro con el área de estacionamiento del Parque de los Niños, al otro lado del Arroyo Raggio, en límite con la Capital Federal. El Anfiteatro ocupa un área total aproximada de 6 hectáreas, y se pone en plena relación de continuidad con el final elevado de los terraplenes del propio Paseo, elevándolos aún más en función de disponer una capacidad requerida de entre 1.500 y 30.000 espectadores. Se desarrolla así una topografía diferenciada en sectores relativamente concéntricos a la escena: más alejado y con relación al vial resulta es la gran apertura de estacionamiento con isla de vegetación; siguen tres grandes “colinas” como terraplenes planos de césped en declive hacia el Río -con variación de altura promedio de 2 m.-, separados entre sí por sendos caminos de acceso de hormigón, que reproducen amplificados más aún los del Paseo, y sirven como aquellos tanto de acequias para el desagüe pluvial como de badenes. De allí comienza ya una “meseta” más suavemente inclinada, aportada directamente por la excavación en la zona de graderías, esta vez cubierta de piedra partida fina tipo arena de piedra, y estriada por extensos escalones cordón de alzada mínima. Sigue luego la “gradería” ya excavada, consolidada como superficie de hormigón armado apenas estriado con escalones mínimos de 5 cm. espaciados 2 m., para contener más cómodamente la capacidad básica, dividida en dos grandes sectores por el camino de acceso. La “escena” plana, preparada en principio para ser utilizada en toda su amplitud alentando la realización de espectáculos contemporáneos sin escenario -incluyendo si lo requiere la misma gradería con público-, tanto como para recibir escenarios armables tradicionales de todo tipo y a diferentes alturas para eventos a diferentes escalas, desde mínimos aceptables de aprox. 9 x 12 m., hasta máximos de 15 x 20 m., accesibles a través de una rampa exterior que desciende hasta el ingreso al depósito -enmarcando interiormente a ella en sentido opuesto ascendente las bóvedas del Monumento a Amancio Williams-. Ya el área de “apoyo” comprende camarines, sanitarios, y depósito, cubiertos por una losa inclinada que sirve de coro y ampliación posible del escenario. Cubriendo parcialmente zona de escena y apoyo se despliegan dos grandes cubiertas, una anterior perfectamente horizontal en relación al río, otra inclinada casi montada sobre aquella por detrás, sostenidas ambas por sendos pares de columnas a la vez dobles de acero, uno vertical y otro inclinado para cada una de ellas. Esta losas continúan sus respectivos tabiques laterales, surgiendo desde el mismo corte del terreno señalando la línea precisa del final de la topografía en la zona excavada, abriéndose en diedro uno, plano el otro, como solapas al público. La gran cubierta horizontal sirve a su vez de soporte estructural a la parrilla fija de perfilería de acero en voladizo, para montaje de sets de iluminación, sonido y accesorios tipo telones, escenografías, etc (no ejecutada). La iluminación general para toda la pieza fuera del momento de espectáculo, está dada a través de los senderos de acceso con iluminación fluorescente según la propia del Paseo, otra tipo baliza-rayuela en los escalones de acceso en graderías similar también a las proyectadas para el Monumento, otra lateral baja rasante en la zona de rampa y escena, y una proyectada interior sobre los tabique-cubiertas y columnas de la caja de escena. Todo esto da un ambiente general a contraluz abriéndose desde el interno de la pieza, que funciona como extraída y ampliada del propio horizonte amplio del Río, encarnando en la geometría protectora del espacio escénico los tabique-cubiertas como manos a una vela encendida, empujada sobre todo la montante, por la persistente influencia de los vientos del sudeste en la zona varias veces al año.
A través pues, de esta sola pieza compuesta básicamente doble y abierta de hormigón armado y acero -a la vez caja escénica, apoyo de camarines y depósito, parrilla, graderías, etc-, que enmarcando de algún modo abre y señala el paisaje ribereño, además de satisfacer las necesidades básicas de grada y escena despojada abierta al paisaje -de histórica referencia- sin mayores equipamientos, el Anfiteatro fue intencionadamente proyectado no solo para época de espectáculos sino también para brindar una pieza de fuerte carácter capaz de disponerse para el diálogo a distancia con el “Monumento en Homenaje a Amancio Williams” casi como “Non-umento” en el extremo opuesto, diálogo algo más a escala del extendido Municipio y más aún del Río, imprimiendo un más contemporáneo y generoso criterio a su pretendida recuperación, en el límite mismo respecto de la Ciudad de Buenos Aires.
Del Monument(+o) al Non-ument(-o)= el Fundament(o) Estetico como Construccion
La propuesta para el tramo del Paseo de la Costa junto al Monumento y el Anfiteatro, se formula como un movimiento “del Monument(+o) al Non-ument(-o)= el Fundament(+/-o)”, es decir del “monumento” como construcción simbólica conmemorativa en su forma clásica, positiva y prominente, figurativa y vertical -el pedestal como intermediario entre la ubicación y el signo representacional-, a su antítesis moderna como en el caso del Monumento a Williams, negativa en términos de localización, como representación abstracta de su propia autonomía o el paisaje que finalmente lo adopta. Se llega así en el otro extremo al Anfiteatro de la Costa como “non-umento”, es decir como operación contemporánea -y por tanto impura- sobre el conjunto de términos culturales, donde la construcción en sentido horizontal afirma la re-unión entre las condiciones de representación y de basamento, el suelo/la tierra, en una rotación del eje hacia la dimensión de lo físico, el espacio y tiempo real, anti-idealista y anti-objetual, y la reducción de significado o valor por la liquidación de las categorías basadas en la forma. Concluyendo, de la serie sucesiva de operaciones de logicidad y encaje que demanda este lento movimiento de-a-dos, resulta necesariamente el conjunto del Paseo de la Costa como piezas de escala con cierto factor territorial común que van construyendo pues su propio programa estético, donde la ribera del Río de la Plata es el verdadero lecho o “fundamento”.